Según datos que dio a conocer recientemente la Secretaría de Hacienda, las cuentas públicas volvieron a mostrar un fuerte deterioro en junio pasado.
En efecto, el Sector Público Nacional (SPN) registró en junio-14 un déficit primario (sin computar transferencias de utilidades desde el BCRA) de –AR$12,287 M, lo que implica un aumento de nada menos que +237%!! con respecto al desequilibrio observado en igual período del año pasado. Una vez más, durante junio-14, la tasa de aumento del gasto primario (+56.5% anual) resultó muy (muy) superior a la velocidad a la que crecen los ingresos tributarios (+37.5% anual).
En cuanto a la dinámica de las erogaciones primarias, vale la pena destacar adicionalmente la fuerte expansión del ítem “Transferencias Corrientes”, con un incremento interanual de +84.3%, y del sub ítem “Transferencias al Sector Privado” (dentro del cual se computan los subsidios económicos y sociales que distribuye el Estado), con una suba de anual de +100.8%!!. Salvo las Jubilaciones (que aumentaron a un +34% anual), todos los ítems del gasto primario crecieron durante junio-14 a una velocidad superior al +50% anual.
En el acumulado de los primeros seis meses del año, el SPN registra un déficit primario (sin transferencias de utilidades desde el BCRA) de –AR$26,798 M, casi 5 veces superior al desequilibrio observado en idéntico período de 2013 (-AR$5,573 M). En lo que va del año, el gasto primario crece a una tasa anual promedio en torno al +44.3%, al tiempo que los recursos tributarios lo hacen a una velocidad ostensiblemente inferior (+35.0% anual promedio durante los primeros seis meses del año).
La aceleración de la tasa de expansión anual del gasto primario del SPN ha sido fenomenal desde mediados de 2013 a esta parte. En efecto, mientras que entre julio-12 y junio-13 las erogaciones primarias del SPN crecieron a una tasa anual promedio de +28.0%, entre julio-13 y junio-14 el ritmo promedio de expansión anual se elevó hasta un +40.7%.
Por otra parte, los números monetarios correspondientes a julio-14 (período durante el cual el BCRA emitió AR$11,748 M para financiar al fisco) nos estarían dando la pauta que la dinámica fiscal durante aquel período habría sido igual de mala de lo que lo fue durante junio-13. Está más que claro a esta altura que la situación fiscal está fuera de control. Y que, con una situación fiscal fuera de control y sin posibilidades de conseguir financiamiento en los mercados, es imposible que se reduzcan los (muy) altos niveles de inflación que tenemos actualmente. Si la inflación no baja, la economía no crece. Y si la economía no crece, las tensiones laborales, sociales y políticas sólo podrán ir en aumento.